• LA PARTICIPACIÓN DE LA PERSONA ORIENTADORA EN EL PROCEDIMIENTO DE CONCILIACIÓN LABORAL.

    Con la Reforma Laboral de 2019, México transformó profundamente la forma de resolver los conflictos de trabajo. Antes de acudir a juicio, las partes deben pasar por una **etapa obligatoria de conciliación**, cuyo éxito depende en gran medida de una figura esencial: **la persona orientadora**.

    Su labor va más allá de informar; representa el primer contacto humano que traduce el lenguaje jurídico en confianza, empatía y entendimiento.

    Principios que guían la actuación de la persona orientadora


    De acuerdo con el artículo 9 de los Lineamientos de Asesoría Jurídica de los Centros de Conciliación, la persona orientadora debe actuar conforme a principios de empatía, imparcialidad, amabilidad, vocación de servicio y confidencialidad.

    Estos principios garantizan que la orientación se brinde sin sesgos, protegiendo por igual los derechos de trabajadores y empleadores.

    Asimismo, conforme a los artículos 684-A al 684-E de la Ley Federal del Trabajo (LFT), el procedimiento de conciliación debe ser:

    • Gratuito, sin costo para las partes.
    • Imparcial y confidencial, evitando cualquier influencia indebida.
    • Ágil y expedito**, con una duración máxima de 45 días.

    Funciones y responsabilidades clave

    La persona orientadora cumple un papel fundamental en las primeras fases del procedimiento. Entre sus funciones destacan:

    1. Brindar información jurídica clara y accesible sobre los derechos laborales, plazos de prescripción, procedimientos de conciliación y vías jurisdiccionales.

    2. Auxiliar en la elaboración de la solicitud de conciliación, verificando los requisitos establecidos en el artículo 684-C de la LFT.

    3. Detectar casos especiales, como discriminación, acoso o violencia laboral, y canalizarlos al área correspondiente.

    4. Identificar excepciones a la conciliación, conforme al artículo 685 Ter de la LFT.

    El orientador también explica los beneficios del proceso, entre ellos:

    • Evitar el desgaste económico y emocional de un juicio.
    • Promover acuerdos voluntarios.
    • Fomentar la cultura del diálogo social y la justicia pronta.


    Importancia de su participación dentro del procedimiento de conciliación

    La orientación jurídica inicial marca el tono de todo el proceso. Cuando la persona orientadora actúa con empatía y claridad, las partes se sienten escuchadas y dispuestas a dialogar.

    Su intervención contribuye a que el trabajador comprenda sus derechos irrenunciables (artículos 5 y 33 de la LFT) y que el empleador confíe en un proceso imparcial.

    En este sentido, la figura del orientador se convierte en el puente entre la norma y la realidad, garantizando el acceso efectivo a la justicia laboral.

    Conclusión

    La persona orientadora no solo orienta: humaniza el derecho del trabajo.

    Su participación es la base de una conciliación efectiva, donde la información oportuna y la empatía previenen conflictos, fortalecen la confianza en las instituciones y consolidan una cultura laboral más justa y pacífica.


    Referencias

    • Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, art. 123, apartado A.
    • Ley Federal del Trabajo (2024). Artículos 5, 33, 684-A al 684-E, y 685 Ter.
    • Lineamientos de Asesoría Jurídica de los Centros de Conciliación. Artículo 9.
    • Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS). (2021). Manual de operación de los Centros de Conciliación Laboral.
    • Participación de la persona orientadora en el procedimiento de conciliación. Documento de apoyo (2024).



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